Arsenio Aguirre
Juncal, provincia de Santa Fe, 28 de agosto de 1923 - Rosario, 18 de octubre de 1990
Arsenio Aguirre nació y creció en una familia muy pobre de plata y muy rica de música. De su padre –también Arsenio– heredó el nombre y la firme vocación por la guitarra y el canto. Aun contra la primera voluntad de don Arsenio padre –trabajador de mil faenas, entre ellas, la de panadero–, quien conocía los riesgos y las penurias del oficio musical, y que, por eso, anhelaba para su hijo una vida mejor o más facilitada que la suya.
La familia se instaló en la zona sur de Rosario y el chico, a sus 10 o 12 años, veía y escuchaba a su padre en la guitarra, ese universo prohibido para él. Luego, a escondidas, tomaba el instrumento y copiaba acordes, escalas, rasguidos, ritmos, portamentos y punteados criollos.
Su madre lo alentó, y su entusiasmo musical convenció al padre, quien accedió a darle lecciones. Pero ese magisterio duró poco porque don Arsenio murió, y el chico, con 13 años, dejó la escuela para ayudar a su familia.
Así fue que vendió diarios y caramelos por la calle, siempre fascinado por la música. A un almacén cercano caían a veces guitarreros, cantores y payadores, y el muchacho se prendía como oyente de esas compañías estimulantes. Escuchaba, miraba, preguntaba y, ya en su casa, perfeccionaba su trabajo instrumental.
De hecho, fue autodidacta. Alguna vez pidió ayuda a María Luisa Anido para mejorar su técnica, y la gran maestra le respondió: “Lo que usted hace está muy bien en el camino que ha elegido. Su técnica de ejecución indica que usted se ha preocupado por estudiar, por elevar sus recursos de guitarrista.”
Con 17 años, Arsenio comenzó a trabajar en la emisora de radio LT 2 de Rosario como músico de sus elencos estables. Allí acompañó a Los Troperos de Pampa de Achala, a Nelly Omar y a Héctor Mauré. Fue también guitarrista de Margarita Palacios y de Ima Sumac, con quienes recorrió el país.
Su carrera solista comenzó en 1952 cuando ya había estudiado mucho el folklore del Noroeste argentino y el de Bolivia. A partir de entonces se presentó muchas veces en escenarios de Bolivia y de Chile, y realizó giras de conciertos por España, Francia y Portugal.
También participó en los filmes Cerro Guanaco y Rebelión en Los Llanos, rodadas una en Catamarca y otra en La Rioja. Allí vivió nueve años y trabajó como docente en el Centro Polivalente de Arte. Jubilado, regresó a Rosario, donde fue delegado de la Sociedad Argentina de Autores, Intérpretes y Compositores (Sadaic).
Las piezas más difundidas de Arsenio Aguirre son “El quiaqueño”, bailecito, y las zambas “Guitarra trasnochada” y “La dejé partir”, aunque compuso más de cuatrocientas obras, entre ellas temas instrumentales de notable enjundia técnica y estilo. Junto con Adolfo Victoriano Luna fue uno de los primeros compositores sudamericanos que creó, para guitarra sola, piezas de raigambre andina, como “Canción andina” (yaraví con fuga de huayno), el preludio “Cordillerano” y “La montaña embrujada”. También musicalizó Cerro Illimani, un cortometraje filmado en La Paz.
Los registros grabados de Arsenio Aguirre suman dos discos en 78 RPM, ocho placas de larga duración en 33 1/3 RPM y un casete.
Aguirre vivió enamorado de la guitarra y de América hasta su final, que acaeció el 18 de octubre de 1990. El 6 de octubre de 2005 el Concejo Municipal de Rosario, tardíamente, lo declaró Ciudadano Ilustre.
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